sábado, 18 de septiembre de 2010

Un vistazo a Bélgica

Dejamos atrás territorio nórdico y decidimos tomar el "atajo" que pasa por Bélgica. El primer día llegamos a Gantes y como esta visita estaba fuera de todo plan, no sabíamos que nos ibamos a encontrar. Pues nos encontramos una ciudad bastante guay. Mucho ambiente, preciosos canales, tres catedrales juntas y aunque todas las tiendas estaban cerradas a la hora que llegamos (a partir de las 6, Europa cierra), si que había muchos bares bastante animados, así que nos decidimos a probar una cervecita Belga: la carmelita. Con un sabor según el camarero más dulce, y la verdad es que sabía algo como a manzana.

Aquí volvimos a escuchar el español por todas partes e incluso vimos alguna que otra bandera rojigualda. Se ve que debe haber una colonia importante de españoles. Es curioso que sólo nos hemos tropezado con españoles en las grandes capitales (Estocolmo y Copenhage), es lo que tiene salirse del circuito. Por cierto, quisimos probar los gofres belgas para ver que tan especiales son. Al menos el que nosotros probamos no se diferencia en nada al que te puedas comer por aquí.
Dormimos en un pueblo a 10 kilómetros de allí, junto a un puerto deportivo fluvial y a la mañana siguiente llegamos a Brujas, muy cerca de Gantes. La ciudad estaba a reventar de gente, el centro es también muy bonito, pero me quedo con Gantes, quizás por que la vimos después de la hora punta y no era tan agobiante andar por sus calles. Encontramos una chocolatería artesana, donde compramos chocolates para la familia, un pastón en chocolates, carísimos, aunque muy ricos.
Así termina nuestro paso por Bélgica, nos vamos para Francia donde aún tendremos una parada más: Versalles.

No hay comentarios: